El costo de los empleos en el sector manufacturero en Estados Unidos es cinco veces más que en México, de acuerdo con datos de Moody’s Investors.
Este sector es en el que se concentra el 90% de las exportaciones, de las cuales la mayor parte se destina al vecino país.
De ahí que Estados Unidos pida a México, en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLAN) que estos salarios se nivelen, a fin de que las empresas manufactureras vean como opción a ese país para instalarse y no al nuestro por lo barato de la mano de obra barata.
A diferencia de lo que sucede en Estados Unidos y Canadá, donde las remuneraciones salariales están vinculadas a la productividad y rendimientos de las empresas, en México se ha optado por un control de salarios, explicó Miguel Santiago Reyes Hernández, director del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana.
En nuestro país, los incrementos salariales han estado amarrados al incremento del salario mínimo y éste, a su vez, se ha vinculado a la inflación, por lo que no se permitió un mercado de oferta y demanda laboral, agrega.
“Los salarios de la industria automotriz y de otras industrias manufactureras que exportan a Estados Unidos no vinculan a rendimientos y productividad lo que hacen los trabajadores que pertenecen desde la estructura más baja hasta el más calificado, lo cual genera ganancias extraordinarias por tipo de cambio, y así las exportaciones se abaratan, esos productos aumentan su demanda en el mercado estadounidense, pero no se compensan en los ingresos salariales”, sostuvo.
Las empresas de más de mil trabajadores tienen una productividad del trabajador de 60 mil pesos al mes, pero el salario real es de 13 mil pesos, con lo cual las ganancias a la empresa son de 47 mil pesos, de acuerdo con datos del INEGI.
Para Reyes, lo que México puede negociar en este proceso de actualización del TLCAN no es incrementar los salario al mismo nivel de sus socios comerciales, sino el establecimiento de medidas que generen que las fuerzas de la oferta y demanda laboral funcionen para establecer los salarios, y que al personal más educado se le dé una mayor remuneración o al que sea más productivo.
Adicionalmente, México podría acordar la incorporación de las pequeñas y medianas empresas en el TLCAN, a través de un fortalecimiento en materia de cooperación nacional de desarrollo, por ejemplo, dijo el académico.