Para comenzar desde el principio, recordemos que la Secretaría de Economía (SE) recién anunció que el pasado lunes 4 de octubre firmó un Memorándum de Entendimiento con el Sultán Ahmed bin Sulayem, presidente del Dubai Port World, con el objetivo de incorporar a México al programa World Logistics Passport (WLP).
Ya con anterioridad CONCAMIN y la Dubai Logistics World firmaron en julio de este año un convenio de colaboración que se constitiuye indudablemente como el preámbulo de impulso de la actuación de la SE. Pero ¿Qué es el WLP y como se conecta con la CNTE y KCS?
Según lo establece su propio sitio en internet, el WLP es una iniciativa del sector privado para ayudar y facilitar el flujo del comercio internacional y desbloquear el acceso a mercados. Tiene por objeto ayudar a diversificar el intercambio de mercancías de sus socios, hacer crecer las economías y crear trabajos. Lo anterior mediante la creación de cadenas de distribución más eficientes, el alcance a más mercados, así como a un mayor número clientes en las diferentes regiones del orbe, lo que se traduce -afirma el WLP- en un incremento de entre un 5% y 10% del comercio de las empresas miembros.
Asimismo destaca que algunos de sus beneficios incluyen “ahorros de costos y tiempo, y despachos más rápidos. Los países miembros forman parte de un club de naciones comerciales que comparten conocimientos para facilitar los flujos comerciales en todo el mundo”.
Es evidente que esta iniciativa puede generar muchos ventajas a los exportadores mexicanos así como a los transportistas, aeropuertos, navieras y todos aquellos que están involucrados en el comercio exterior en México, pero qué tantos beneficios futuros debemos esperar en nuestro país por ser parte de este grupo internacional cuando en México hoy por hoy y continuamente, ocurren situaciones que afectan gravemente las operaciones comerciales de las empresas importadoras mexicanas y de los inversionistas extranjeros, y hablo en específico de Lázaro Cárdenas, Michoacán, en donde un grupo de maestros de la sección 18 de la CNTE desde hace ya varios meses, y como lo ha hecho en otras ocasiones, ha mantenido bloqueadas las vías férreas e impide el paso de una gran cantidad de trenes de la empresa KCS y afecta a miles de toneladas de carga que principalmente salen del puerto de Lázaro Cárdenas a diferentes destinos.
Cabe señalar que no es la primera vez que esto ocurre, y seguramente no será la última, cuando se desprecia tan claramente el Estado de Derecho en nuestro país y se permiten afectaciones no sólo a los particulares sino al propio Estado Mexicano, al secuestrar las vías de comunicación de manera impune.
Por lo que se refiere a las afectaciones podemos ir por partes, en principio la propia empresa KCS ha señalado que debido a las pérdidas generadas ha decidido dejar de invertir una importante cantidad de millones de dólares en Michoacán.
Por otro lado, y de manera muy importante, hay que mencionar que innumerables empresas importan sus mercancías a través de ese transcendental puerto y lo que antes movían a través de los trenes de KCS ahora lo tiene que hacer a través de los servicios de transportistas mediante el uso de tráileres para mover los innumerables contenedores, los que de paso ha incrementado sus precios de manera exponencial y muchas veces mediante acuerdos verbales entre ellos, situación digna de revisión por parte de la Comisión Federal de Competencia. Este incremento en costos para los importadores seguramente acabará trasladándose a su vez al consumidor final, más aún si recordamos que la temporada navideña está a la vuelta y estos bloqueos encarecerán en forma considerable los productos importados a través de ese puerto.
El movimiento de contenedores (TEU´S)[1] que la propia Administración Portuaria Integral de Lázaro Cárdenas reporta de enero a julio de este año es de 235mil 31 a la importación y de 209 mil 819 a la exportación; un incremento del 11% y 14%, respectivamente, con relación al mismo periodo inmediato anterior. Sin embargo, es evidente que las empresas importadoras ya buscan alternativas como puede ser incluso emplear otros puertos como el de Manzanillo, que ya de por sí está saturado, o incluso Long Beach, California.
Así las cosas, y aún cuando este tema da para un mayor y mejor análisis, en virtud del tamaño de este espacio y a manera de una apurada conclusión podemos señalar que el buscar apoyos, beneficios o mecanismos que ayuden al comercio exterior de México es evidentemente no sólo bueno, sino obligación de los organismos empresariales privados y los entes públicos como la SEL; sin embargo, en mi opinión, el presente exige que se busquen soluciones a problemas actuales como el explicado y dejemos lo futuro para después, cuando menos por lo pronto y se resuelva de manera inmediata y permanente el que grupos de cualquier orientación política con o sin razón, secuestren las vías de comunicación en nuestro país y generen afectaciones económicas, comerciales y nos dejen, a la vista de los inversionistas extranjeros, como un Estado sin reglas, sin orden, y más aún, sin algún tipo de certidumbre jurídica para que decidan invertir en México.
[1] Estas siglas representan la unidad de medida de capacidad del transporte marítimo referida en contenedores de carga. Dicho de otra manera, una ”TEU” es la capacidad de carga que tiene un contenedor estándar de 20 pies.
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