El referéndum de independencia en Cataluña, considerado como inconstitucional por el gobierno y la justicia española, también tiene preocupado al Banco de España debido a que considera que podría implicar un riesgo al crecimiento de la economía y afectar la confianza de los agentes económicos.
El gobierno español trata de impedir que la consulta se lleve a cabo este domingo, desplegó a miles de elementos policiacos para interceptar las papeletas y evitar el funcionamiento de los colegios electorales en Cataluña, así como realizó la detención de funcionarios del ejecutivo catalán.
Pero todo parece indicar que el ejecutivo catalán está decidido a realizar el referéndum, por lo que prevalece el nerviosismo sobre las condiciones en las que se hará este proceso que busca saber si los catalanes quieren la independencia.
“Todos los ciudadanos podrán votar. Y si alguien intenta impedirlo, igualmente podrán hacerlo. No duden que habrá alternativas. Aunque se lleven una urna, hay muchas maneras de conseguir que la gente vote”, advirtió el vicepresidente del gobierno catalán, Oriol Junqueras.
Ante esto, es posible que se generen disturbios y movilizaciones sociales si se aplica la orden judicial de impedir que se realice esta votación, por lo que los analistas advierten que una huelga en Cataluña traería repercusiones negativas a la economía española, toda vez que esta región contribuye con el 19% del PIB nacional.
No se descarta que el presidente catalán Carles Puigdemont haga una proclamación unilateral de independencia bajo un escenario en el que los votos de los catalanes sean a favor de la separación, pero se advierte que el marco legal faculta a Madrid para tomar el control de la policía y detener al ejecutivo catalán.