Ante la conclusión del periodo de Janet Yellen al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) en enero del 2018, crece la especulación sobre quién será el relevo en la poderosa posición o si la actual presidenta será ratificada, lo cual, a diferencia de lo que pasaba hace algunos meses, ahora sí es una posibilidad.
La decisión es del presidente Donald Trump, quien ya anticipó que será en un par de semanas cuando dará a conocer el nombre del próximo banquero central.
Según medios estadounidenses, la pasarela de los candidatos empezó hace unos días en la Casa Blanca, y hasta el momento son dos los nombres que suenan con más fuerza: Jerome Powell, gobernador de la FED, y la actual presidenta Yellen.
Powell no es economista, como Yellen, pero tiene a su favor experiencia en el banco central y en el mundo financiero, identificado con el ala republicana y llevaría una línea similar a la que ha tenido la actual presidenta, por lo que representaría continuidad para los mercados.
Powell ha sido socio en el grupo de Carlyle de 1997 a 2005, fue subsecretario del Tesoro en la administración del presidente George H.W. Bush.
Pero otros nombres también se barajan, como el de Kevin Warsh, quien llenaría el ojo para los que consideran como un atributo fundamental tener experiencia para el cargo. Fue gobernador de la FED con George W. Bush de 2006 a 2011 y ahora es uno de los principales críticos de la política monetaria que ha implementado el banco central al mando de Yellen, pues considera que más que seguir la teoría económica se debe atender más a las señales del mercado.
Otro personaje con altas posibilidades de llegar al frente de la FED es el economista de la Universidad de Stanford John Taylor, quien ha sido duro crítico de la política actual de la FED, por considerarla muy laxa.
Los expertos señalan que si Trump se decide por Taylor entonces mandará la señal de un cambio profundo en la conducción de la política monetaria.
Y aunque su nombre ya no suena con tanta fuerza, no se descarta a Gary Cohn, quien fuera presidente y jefe de operaciones de Goldman Sachs y quien ocupa el cargo de director del Consejo Económico Nacional (organismo asesor de la Casa Blanca en materia de política económica global).
Hace unos meses se consideraba como el favorito de Trump para suceder a Yellen y a quien los especialistas le ven como único “pero”, que no es economista. Sin embargo, cuenta con apoyo tanto de demócratas como de republicanos.
Neel Kashkari, presidente de la FED de Mineápolis, ingeniero mecánico que ha trabajado en el Departamento del Tesoro y en Goldman Sachs, también es un candidato para ocupar la titularidad el banco central estadounidense.
Recientemente señaló que han sido las propias acciones de la Reserva Federal, y no factores transitorios, los responsables de la inflación débil, por lo que se pronunció a favor de que se aplique otro aumento a las tasas hasta llegar a una inflación de 2%, posición contraria a la de Yellen de hacer otro ajuste en diciembre y otros tres más en 2018.