De las poco más de 2.4 millones de reclamaciones de tarjetas de débito que recibió la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) en 2016, sólo el 70% se resolvió favorablemente para los titulares; mientras que el porcentaje de las tarjetas de crédito es de 84.5%.
En entrevista con DON DINERO, Mario Di Costanzo Armenta, presidente del organismo dijo que en el país existen dos regulaciones diferentes para las tarjetas de crédito y las de débito, aunque ya presentó una propuesta al Banco de México para que la normatividad se homologue.
Cuando existe una reclamación por algún cargo no reconocido en las tarjetas de crédito, se devuelve el monto reclamado al usuario o se congela y posteriormente el banco investiga; sí se demuestra que el cargo procede se realiza el movimiento.
Pero en el caso de la tarjeta de débito el usuario debe comprobar a la institución que los cargos son indebidos, la institución procede a realiza la investigación correspondiente, y sí se acredita que el usuario tiene la razón realiza el abono; sin embargo, para poder iniciar la investigación el banco le cobra al usuario afectado, un promedio de 200 pesos.
El tiempo y las circunstancias juegan en contra del usuario de una tarjeta de débito, de ahí la necesidad de homologar el trato normativo.
La CONDUSEF recomienda a los usuarios de tarjetas de débito que opten por tarjetas que combinan el Número de Identificación Personal (NIP) y el chip, como las de Bancomer y HSBC.
Además, sugiere que el NIP sea personal, que no se pierda de vista la tarjeta de débito cuando se realiza un pago, que se guarden los voucher y que no se utilice el mismo NIP para cajeros y para banca por internet.