Tras la muerte del expresidente cubano Fidel Castro, las expectativas en torno al futuro de la isla se multiplican.
En los últimos años esa nación avanzó de forma considerable en la implementación de una serie de reformas estructurales que le permitirían hacerse de mayores recursos.
En este sentido algunos expertos apuntan que de cara a los próximos años estos cambios en la política económica del país podrían profundizarse a favor de esa economía que desde 2011 creció en promedio anual en un 2.8%.
Sin embargo aún persisten enormes desafíos para Cuba, entre los que se destaca su aún insipiente relación con los EU.
Hace unos meses, durante su campaña, el presidente electo de EU, Donald Trump amenazó que al tomar posesión del cargo podría cerrar la recién estrenada embajada de La Habana y renegociar los acuerdos alcanzados por Barack Obama para normalizar las relaciones con Cuba.
Situción que no gusto al sector privado de EU que ven en ese territorio una buena oportunidad para ampliar sus servicios.
Este lunes por ejemplo la aerolínea American Airlines, tiene previsto iniciar vuelos directos hacia La Habana por primera vez en 50 años.
El fin de semana Trump escribió que "si bien las tragedias, muertes y dolor causados por Fidel Castro no se pueden borrar, nuestro gobierno hará todo lo que pueda para asegurarse que finalmente el pueblo cubano pueda comenzar su camino hacia la prosperidad y la libertad." Texto que deja ver que quizás su postura en torno a la economía latinoamericana pudiera haber cambiado.
Sin embargo la alerta aún esta en rojo, pues la coyuntura tras la muerte Fidel Catro podría ser aprovechada por Trump para presionar al gobierno cubano a hacer concesiones y otorgar algún acceso preferencial al mercado para productos y servicios estadounidenses, lo cual no forzosamente será en beneficio mutuo. Así que habrá que ver.