Los precios internacionales del petróleo, el Brexit, la variación del tipo de cambio, Donald Trump y la Fed fueron los principales ingredientes del coctel explosivo que prevaleció durante 2016 e inyectó inestabilidad a los mercados internacionales.
El año inició con precios del petróleo en niveles nunca antes vistos, al punto de que la el 20 de enero la mezcla mexicana de exportación se vendió a 18.9 dólares, mientras que Pemex requiere en promedio de 30 dólares para producir un tonel, según cifras de la Agencia Internacional de Energía.
La debacle en este mercado provocó que el 17 de febrero, la Secretaría de Hacienda, que todavía encabezaba Luis Videgaray, implementara un recorte de 132 mil millones de pesos, el primero de dos ajustes que hizo en el año, así como un incremento de 50 puntos base en la tasa de interés referencial del Banco de México
El panorama en el sector de los hidrocarburos se despejó ligeramente en los meses siguientes, después de que la OPEP empezara a buscar acuerdos para disminuir la oferta del crudo y regresar a niveles estables entre la demanda y el ofrecimiento de esta materia prima.
Para el año entrante se espera que el valor del commoditie se ubique entre 55 y 60 dólares por barril, según diversos analistas económicos.
El segundo gran revés de 2016, y que afectó la economía internacional fue la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), que se confirmó a través del referéndum del 24 de junio, lo que provocó nuevas oleadas de inestabilidad, específicamente en el tipo de cambio.
Después de esta noticia, el mismo día la Secretaría de Hacienda implementó un segundo recorte por 31 mil millones de pesos, por lo que en el año el cambio presupuestal alcanzó 163 mil millones y otro aumento de 50 puntos base a la tasa de interés del Banxico.
El resultado de la elección presidencial en Estados Unidos también sacudió al mundo y durante esa noche, conforme se perfilaba Donald Trump como ganador, el dólar al mayoreo llegó hasta 21.7 pesos, un resultado histórico.
Aunque en este caso no hubo anuncio de recorte presupuestal, el Banco de México aumentó por tercera ocasión la tasa objetivo para disminuir la depreciación del peso contra el dólar.
Un fantasma que todo el año amagó al tipo de cambio y a los mercados internacionales fue la Reserva Federal de Estados Unidos, pues aunque parecía que en 2016 iniciaría la normalización de su política monetaria, sólo hizo un incremento de 25 puntos base, después un año de especulaciones.
La suma de este coctel provocó que el peso perdiera 16.2% de su valor frente a los billetes verdes, pues el 4 de enero de este año cada dólar valía 17.33 pesos y hasta la jornada de ayer se vendió en 20.66.