Las Pymes que incluyan a personas con discapacidad y adultos mayores a su plantilla laboral podrán deducir durante 2016 y 2017 entre 25% y 100% del Impuesto Sobre la Renta en las declaraciones de esos años, lo que genera un mercado potencial para más de 15 millones de personas.
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en México existen 5.7 millones de personas con discapacidad y más del doble de adultos mayores que pueden ser incluidos en las empresas para recibir el estímulo fiscal.
Luis Velasco, Estratega Contable de Aspel, empresa dedicada al software administrativo, menciónó que las empresas que contraten personas con discapacidad pueden elegir diferentes estímulos fiscales.
Por una parte, se puede deducir hasta 100% del ISR del sueldo de estos trabajadores, aunque otra opción es recurrir a la Ley de Ingresos de la Federación que permite reducir 25% la aportación fiscal sobre el salario bruto.
“De manera adicional, las empresas podrán deducir el total de los gastos realizados por mejoras a las instalaciones que faciliten el acceso de los empleados con discapacidad”, detalló el especialista.
Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que incluyan a adultos mayores de 65 años también pueden deducir 25% del sueldo bruto pagado a estos empleados, aunque estos esquemas fiscales sólo están vigentes en los ejercicios de 2016 y 2017.
Además, para hacer válida la deducción es necesario tener el aseguramiento del trabajador y el pago de las contribuciones al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como un certificado expedido por el organismo que acredite 80% o más de discapacidad motriz, mental, auditiva o de lenguaje.
El IMSS también deberá especificar si el empleado requiere uso permanente de prótesis, muletas o silla de ruedas.