En su anuncio de política monetaria, la Junta de Gobierno del Banco de México consideró que el balance de riesgos para la inflación se deterioró, y tiene un sesgo al alza.
Dicha incertidumbre ha mantenido en niveles deprimidos a la inversión y posiblemente es una de las causas de la desaceleración del consumo, explicó la Junta de Gobierno de Banxico.
Dijo que seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo.
Ante los diversos riesgos que siguen presentes, la Junta de Gobierno estará atenta para asegurar que se mantenga una postura monetaria prudente, de manera que se fortalezca el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y se logre la convergencia de ésta a su objetivo.
Destacó que en cuanto a la inflación subyacente anual, se espera que permanezca por encima de 4% por ciento en 2017, y que alcance niveles moderadamente por arriba de 3% a finales de 2018. Esta previsión está sujeta a riesgos.
El Banco Central también fue enfático al señalar que un aumento desproporcionado a los salarios por encima de la variación de la productividad generaría presiones inflacionarias.
Por meses tanto la IP como los sindicatos y el gobierno han debatido un salario extraordinario que parece ya no se concretó.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) que preside Gustavo de Hoyos pide un aumento de hasta el 19%, mientras que la Secretaría del Trabajo (STPS) dice que puede terminar rondando el 12%, de ahí que hoy BANXICO haya instado a la prudencia y a un aumento en consonancia con el aumento de la productividad.