Recortes presupuestales en el olvido: CIEP

Entre enero de 2015 y junio del año pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público implementó ajustes al gasto por 560 mil 415 millones de pesos, de los cuales 385 mil 315 millones se aplicarían en 2016; sin embargo, tan sólo entre enero y noviembre de ese periodo, el país gastó 150 mil 349 millones de pesos más de lo que se utilizó en el mismo lapso de 2015.
Para 2017, se sumará un recorte de 70 mil millones de pesos; sin embargo, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) duda de su efectividad.
De acuerdo con Sunny Villa, directora de Gasto Público del CIEP, los cambios en el presupuesto no se han aplicado.
“No es lo mismo que se le quite dinero a algunos programas y que se ahorre, a que se destine a otros fines, pero de todos modos se termine gastando más. Y tampoco hay certeza de que los recortes de este año se apliquen”, señaló.
La indisciplina fiscal va más allá de gastar dinero demás, que no se tiene y que debe ser compensado con la contratación de deuda o con programas de recaudación más agresivos, sino también están íntimamente relacionados con la calidad crediticia del país.
Para Enrique Díaz Infante, director del Programa de Sector Financiero y Seguridad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CCEY), la indisciplina fiscal es el factor principal que vigilarán las calificadoras internacionales para establecer si mantienen la calificación crediticia de México o la disminuyen, esto después de que la situaran en perspectiva negativa hace sólo unos meses.
"Las calificadoras se han quejado de los cumplimientos del presupuesto en años anteriores, de las promesas del gobierno que dice que va a recortar pero no lo lleva a la práctica y eso puede generar problemas al momento de pagar la deuda", mencionó.
El proceso de evaluación de la calidad crediticia de la deuda soberana del gobierno federal podría concluir entre finales del primer trimestre y principios del segundo, de acuerdo con información proporcionada por Moody’s.