Reduce FMI perspectivas económicas globales y prevé para México sólo 2.8% de avance en 2022

El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó de 4% a 2.8% su estimación de crecimiento para  Producto Interno Bruto de México este año debido al golpe que han sufrido los consumidores por la inflación y porque espera una contracción de las exportaciones hacia EU. En cuanto al 2023 también espera un magro avance de sólo 2.7%.
El organismo explicó que también influyeron en la baja, el recorte que se aplicó en térmnos globales a las perspectivas económicas para 2022 por las  consecuencias de la presión inflacionaria en el orbe, los ajustes de política monetaria, la disrupción en las cadenas de suministro qu se mantendrá e incluso los efectos de la variante Ómicron del COVID-19.
En su “Informe de perspectivas de la economía mundial” subrayó que “una desaceleración más extensa en China afectará las perspectivas de la economía mundial, especialmente por sus efectos en los exportadores de materias primas y los mercados emergentes”.
Consideró que la política del gigante asiático de tolerancia cero al COVID-19 y “las prolongadas tensiones financieras entre los urbanizadores se tradujeron en un recorte de las proyecciones de 0.8 puntos porcentuales” lo que llevaron la prospectiva para su producto a 4.8% este año y 5.2% el próximo.
También consideró que incidirá en el orbe, el comportamiento de Estados Unidos en donde en un “supuesto revisado que elimina de la proyección de base el programa de política fiscal denominado Build Back Better, el repliegue anticipado de la política monetaria acomodaticia y los continuos trastornos del suministro generaron una revisión a la baja de 1.2 puntos porcentuales” para situar el crecimiento de su PIB en sólo 4% para 2022 y 2.6% para 2023.
De ahí que recortó su previsión de crecimiento para el mundo en medio punto porcentual a 4.4% en 2022, con implicaciones para América Latina y el Caribe que ahora se expandirá un 2.4% este año, que se compara negativamente con el 3.0% estimado con anterioridad.
Y es que explicó que el panorama para las grandes economías de Latinoamérica se ha debilitado en este año que arranca. En el caso de México y Brasil el recorte fue de 1.2 puntos porcentuales cada uno, con lo que la nación sudamericana sólo crecerá 0.3% este año en buena parte por la inflación acelerada que ha minado el valor del real, dificultades en las exportaciones de materias primas y un agresivo ciclo de alzas de tasas de interés del banco central.
En cuanto al 2023, el escenario mejorará para la principal economía de la región, aunque a un ritmo más lento de lo previsto anteriormente, con un crecimiento de 1.6%.
El FMI espera que la inflación se mantenga alta a nivel mundial en el corto plazo y que promedie un 3.9% en las economías avanzadas y un 5.9% en los mercados emergentes y las naciones en desarrollo durante el 2022.
Hizo ver que el escenario implica una presión importante sobre la carga de deuda y la situación fiscal en países de menores ingresos donde la recuperación económica ha sido desigual y la tasa de vacunación del COVID-19 continúa siendo baja.
Aunque el apoyo en financiamiento seguirá siendo clave para algunas economías de bajos ingresos en América Latina, el FMI explicó que en países donde el repunte de la actividad ha sido significativo -como Chile, Colombia y Perú- existe espacio para empezar a retirar los extraordinarios estímulos y normalizar el gasto fiscal dispuesto en los peores días de la pandemia.