Hace unos años nació la palabra “godín” o “godínez” en el ámbito laboral mexicano, misma que fue relacionada particularmente con los oficinistas que tienen un trabajo con horario laboral fijo, tienen que acudir vestidos de traje, o bien, con uniforme.
El término ganó popularidad, particularmente a través de las redes sociales y las nuevas generaciones laborales; sin embargo, de acuerdo con una encuesta realizada por la empresa especializada en recursos humanos GINgroup, 61% de los mexicanos consideran que este término es denigrante y 64% dijo que daña a los empleados.
Sin embargo, “la mayoría de la muestra refirió que ser godín encierra valores como lealtad, compromiso y responsabilidad”, detalló la empresa.
En la segunda entrega del estudio La máscara del mexicano en el contexto laboral: Lo que hay detrás del godín, la consultora de recursos humanos reveló que existen siete factores que afectan a los empleados de una organización, en especial a quienes se ubican bajo el imaginario del término godínez.
1. Pérdida de identidad
2. Descuido físico
3. “Robotización”
4. Falta de reconocimiento
5. Desmotivación
6. Exposición de estrés
7. Amenazas latentes
Los godínez pueden perder su identidad, pero no por el uso de un uniforme y un gafete, sino por la falta de colaboración estrecha entre la organización y el personal, reveló el estudio.
Aunque este sector laboral tiene la necesidad de equilibrar su alimentación, ejercicio, descanso y esparcimiento, la falta de tiempo y de disciplina no permiten que los cumpla y desemboca en el descuido físico y posteriormente a la robotización.
La pérdida de la identidad está altamente relacionada a la falta de reconocimiento, pues los encuestados manifestaron la necesidad de ser diferenciados y aprobados, y desean “saber qué hacen bien, esto les ayuda a disminuir la angustia, siempre latente, de ser rechazados”, precisó GINgroup.
Sin embargo, las diferentes generaciones definen el reconocimiento de distinta forma, pues los millenials buscan ser reconocidos por sí mismos, mientras que los baby boomers perciben la permanencia en el trabajo como un generador de lazos de confianza.
GINgroup detalló que la desmotivación se centra en tres factores que son la monotonía, el estancamiento laboral y la falta de productividad, causada por trabajar con procesos burocráticos y mecanismos anticuados.
Mientras que la exposición a estrés es propiciada por los diversos estímulos a los que se exponen camino a la oficina, que les genera alto nivel de estrés, y esto impacta en su calidad de vida, salud, y sobre todo en su productividad.
Finalmente, este sector de la población siente amenazas latentes, a partir de la inseguridad que se intensifica en jornadas de trabajo largas y laborar en zonas inseguras o de alto riesgo, los accidentes viales y la falta de transporte público eficiente.